¿Por qué usar medias de compresión?
Las medias de compresión son uno de los tratamientos preventivos y sintomáticos de elección en la insuficiencia venosa crónica (IVC). Y aunque son un artículo frecuente en farmacias y tiendas especializadas en ortopedia, pocos conocen, en realidad, cómo funcionan y cómo ayudan a prevenir y tratar esta enfermedad vascular que es la más frecuente en España.
Para vencer la fuerza de la gravedad la sangre que circula por nuestro cuerpo asciende desde las piernas de vuelta al corazón gracias al impulso de unas válvulas internas y al movimiento de los músculos al caminar. Si las venas de las piernas pierden su elasticidad o estas válvulas dejan de funcionar correctamente la sangre se acumula en las venas y se produce la insuficiencia venosa en forma de varices o de otras complicaciones vasculares (coágulos, úlceras venosas, hemorrágias, etcétera).
La terapia compresiva es fundamental para tratar la insuficiencia venosa crónica. De hecho, se ha utilizado desde la antigüedad mediante vendajes y, en la actualidad, gracias a las medias de compresión. El objetivo es mejorar la circulación sanguínea en las piernas y reducir la sensación de pesadez, hinchazón y dolor en las piernas.
Las medias de compresión ejercen presión en distintos puntos de las piernas: en el tobillo aplican el mayor grado, que va disminuyendo gradualmente a medida que se sube hacia las pantorrillas, rodillas y muslos. La presión externa que ejercen asegura que la sangre fluya hacia arriba -de vuelta al corazón- en lugar de permanecer en las piernas y acumularse en las venas. Así, con las medias de compresión se ayuda a corregir los problemas de una mala circulación, se acelera el flujo sanguíneo, se previene la formación de edemas y se reduce el riesgo de trombosis, al evitar que las plaquetas se adhieran a la pared venosa.
Para que las medias de compresión cumplan su función correctamente deben usarse desde primera hora de la mañana colocándolas, preferiblemente, antes de levantarse de la cama, ya que por las mañanas es cuando el edema en las piernas es menor. La media ha de comprimir de forma suficiente pero no excesiva (ya que conseguiría el efecto contrario). Por eso, es muy importante elegir una media de compresión adecuada para cada persona en función de su patología y de las indicaciones de su médico.
Las opciones entre las que se puede elegir dependen de tres factores: el tipo (calcetín, media corta, media larga o panty), nivel de compresión (ligera, normal, fuerte o muy fuerte) y la talla (en función de la estatura y peso).
En nuestros establecimientos ortopédicos contamos con expertos en terapia compresiva que pueden asesorarte sobre las mejores opciones en función del diagnóstico de tu médico especialista y la prescripción que te haya realizado. Descubre tu ortopedia PRIM más cercana aquí.