biomateriales encaje de silicona
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La ingeniería de biomateriales, clave en la revolución de la ortopedia técnica

“La ingeniería de biomateriales es una de las claves de la revolución que está experimentando la ortopedia técnica”, afirma Alejandro Babín, jefe de área de la Zona Centro de PRIM Establecimientos Ortopédicos. Además, tanto la ortopedia como las neurociencias han encontrado en estos materiales de última generación grandes aliados para el tratamiento rehabilitador de las lesiones cerebrales y medulares.

“Los productos de ortopedia se clasifican según el material con el que se fabrican, ya que afecta los resultados clínicos y la recuperación funcional del paciente”, continúa Alejandro, que recuerda que PRIM Establecimientos Ortopédicos es licitadora de productos ortésicos para el Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, además de colaboradora del Centro Nacional de Investigaciones Científicas en diferentes proyectos entre los que se encuentran algunos relacionados con robótica y exoesqueletos.

Gracias a esta cercanía, la doctoras Elisa López-Dolado y Raquel Madroñero Mariscal, rehabilitadoras y especialistas en lesión medular pediátrica del hospital de referencia toledano, invitaron al propio Alejandro Babín, así como a Joana Mestre, técnica ortoprotésica y especialista en productos de movilidad de PRIM Establecimientos Ortopédicos, a participar en la redacción de “Orthotic and Robotic Substitution Devices for Central Nervous System Rehabilitation and Beyond”, uno de los capítulos del libro “Engineering Biomaterials for Neural Applications. Targeting Brain and Spinal Cord Injuries”, recientemente publicado por Springer.

Alejandro Babín y Joana Mestre libro ingeniería de biomateriales

Alejandro Babín y Joana Mestre posan con el libro en el que han colaborado.

Con motivo de esta publicación, hemos conversado con Alejandro Babín, que nos ha contado las aportaciones más destacadas de la ingeniería de biomateriales al presente de la ortopedia aplicada a los daños medulares, además de ofrecernos una interesante panorámica de los avances que, a su juicio, definirán la práctica ortoprotésica en unos años. Como se suele decir, el futuro ya está (casi) aquí y, en esta ocasión, vendrá cargado de novedades verdaderamente revolucionarias.

Describiendo el presente

“Para preparar nuestra aportación, Joana y yo emprendimos una labor de investigación realizando una revisión de los estudios clínicos más relevantes que se han publicado en los últimos años acerca de biomateriales y sus aplicaciones clínicas en el campo de la rehabilitación de lesiones del sistema nervioso central”, explica Alejandro. Entre los que ya se están utilizando con excelentes resultados, destaca la silicona.

Este material se emplea fundamentalmente como pieza de intermediación entre la zona corporal afectada y distintas prótesis y órtesis, ya que proporciona una buena adherencia y tiene una gran ventaja: la elasticidad. “Para la fabricación de exo-prótesis, los encajes de silicona han supuesto una verdadera revolución ya que recogen mejor las señales electro-miográficas de los grupos musculares –señala Alejandro Babín–. El contacto con la piel es muy superior al de otros sistemas porque, además de resultar más cómoda para el paciente y más eficaz, la silicona se adapta muy bien a los cambios que se producen en los grupos musculares a lo largo del día”.

 

Encaje de silicona con sistema de reconocimiento de señales mioeléctricas

Encaje de silicona para prótesis de miembro superior con sistema de reconocimiento de señales mioeléctricas MyoPlus de Ottobock.

En segundo lugar, el jefe de área de la Zona Centro de PRIM Establecimientos Ortopédicos destaca las órtesis DEFO (Dynamic Elastomeric Fabric Orthosis) y las prendas DMO, u órtesis de movimiento dinámico,

“Estas prendas tratan los déficits de control postural y contribuyen a prevenir trastornos osteomusculares, así como el dolor derivado de las mismas –relata–. También reducen los movimientos atáxicos y, como los encajes de silicona, mejoran la propiocepción de los pacientes, un factor incuestionable a la hora de lograr funcionalidad y confort”. Tal vez por eso, nos cuenta Alejandro, uno de los mensajes comerciales de estas prendas las describe como un “abrazo permanente sobre nuestros usuarios”.

Sin embargo, al contrario de lo que sucede con los encajes de silicona, recientemente incluidos en el catálogo de prestaciones ortoprotésicas, la Seguridad Social todavía no financia los trajes DMO, que no son particularmente baratos y deben renovarse anualmente. No obstante, su uso se está extendiendo en determinados supuestos y para pacientes concretos. Por ejemplo, en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo los han incorporado a su práctica clínica.

prenda DMO

Julia con su prenda DMO para derrotación del antebrazo.

Esperando el futuro de los biomateriales

Para instruir sobre las características e indicaciones de nuevos productos, PRIM Establecimientos Ortopédicos ha establecido diferentes acuerdos y organizado programas de formación para los técnicos ortoprotésicos que componen su equipo humano. Algunos están organizados por la propia filial del Grupo PRIM, dentro del Plan Anual de Formación que elabora junto con el Área de Talento y Organización, y otros por las empresas fabricantes e incluso ortopedias amigas que se han prestado a enseñarnos novedosas técnicas de fabricación. La oferta se completa y se complementa con talleres de coaching y counselling, centrados en incrementar el bienestar corporativo y en aprender recursos y herramientas para mejorar la comunicación con los pacientes.

De esta forma, se garantiza que la incorporación de la innovación sea lo más fluida posible. Un flujo que resultará de gran utilidad para propulsar la competitividad de los establecimientos cuando lleguen al mercado las revolucionarias tecnologías y los fascinantes biomateriales que dibujarán el futuro de la ortopedia.

Para saber algo más sobre ese mañana que ya se intuye, hemos querido terminar la conversación con Alejandro Babín pidiéndole, precisamente, que destaque dos de las innovaciones que, a su juicio, resultarán más revolucionarias a medio plazo. “Por una parte, la impresión 3D supondrá un antes y un después –sostiene–, pero tiene por delante alcanzar el nivel de funcionalidad necesario para soportar las importantes fuerzas biomecánicas que soportan los productos ortoprotésicos. Esta necesidad se resolverá, con toda probabilidad, a través de la investigación en ingeniería de biomateriales, ya que uno de los grandes retos de la ortopedia del futuro es lograr el equilibrio perfecto entre la resistencia de los materiales y su adaptabilidad y flexibilidad para soportar los esfuerzos biomecánicos a los que los pacientes someten este tipo de productos resultando a la misma vez lo más confortables posible, para así no limitar la calidad de vida de los usuarios”.

Férulas de inmovilización 3D

Férula de inmovilización fabricada mediante impresión 3D

Por último, Alejandro Babín señala el paso de gigante que va a suponer la implantación de electrodos directamente conectados al sistema nervioso, que permitirá la captación in situ de señales electro-miográficas, proporcionando indudables y profundas mejoras a la relación que se establece entre las órtesis y las prótesis –tal vez impresas en 3D con biomateriales semi-rígidos, o semi-flexibles– y el cuerpo humano, haciendo realidad niveles de simbiosis que, hasta el momento, han estado reservados a la ciencia-ficción.