La marcha se produce por el movimiento secuencial y coordinado de varias articulaciones del miembro inferior. Así, la falta de alineación o la disfuncionalidad de algunas de ellas, afecta inevitablemente a toda la cadena de la marcha. Las órtesis DAFO® (siglas en inglés de órtesis dinámica de pie y tobillo, producto creado originalmente por Cascade Dafo, Inc) están indicadas en niños con diferentes patologías siempre que sea necesario un soporte externo para conseguir la correcta alineación del pie, el tobillo y la parte inferior de la pierna.
Existen diferentes modelos de DAFO® y la elección de uno u otro dependerá de las necesidades de cada niño. No obstante, hay una serie de recomendaciones de uso y consejos comunes para todos los modelos. Sigue leyendo y toma nota si tu hijo necesita este tipo de órtesis.
Adaptación progesiva
Salvo que el médico indique algo diferente, lo ideal es que el niño llegue a usar el DAFO® el mayor número de horas posible durante el día y descanse por la noche (a excepción de las ortesis DAFO® nocturnas). Pero antes de llegar a esto, siempre es necesaria una adaptación progresiva al uso de la órtesis.
El periodo de adaptación será de unas dos o tres semanas durante las cuales se colocará la órtesis de manera intermitente por espacios de tiempo cada vez más largos hasta llegar a usarla todo el día.
Es recomendable realizar esta adaptación en todos los casos, aunque no sea la primera vez que el niño usa una órtesis DAFO®. De este modo siempre podremos vigilar con cada nueva órtesis posibles molestias, zonas de roce o cualquier otro problema que pueda surgir y que requiera acudir a la ortopedia.
Hay que recordar que tanto la prescripción de las órtesis como las pautas del tratamiento deben venir determinadas por el médico especialista, que es quién dirige y coordina el tratamiento.
Cómo colocar correctamente la órtesis DAFO®
Antes de colocar el DAFO®, el niño debe llevar puesto un calcetín que cubra la totalidad de la piel que va a abarcar la órtesis. Recomendamos calcetines de espesor medio para que amortigüen lo suficiente las presiones sin comprometer demasiado el espacio. En cuanto a la composición del calcetín, lo ideal es una mezcla de algodón y fibra sintética. De este modo evitaremos una sudoración excesiva a la vez que nos aseguramos de que el calcetín queda bien estirado y no se forman arrugas que podrían acabar dañando la piel del niño.
No obstante, en ocasiones es difícil evitar el exceso de sudoración de la piel al usar órtesis DAFO®, sobre todo con altas temperaturas. En estos casos se recomienda cambiar los calcetines con frecuencia para tratar de mantener la piel siempre seca.
En el momento de colocar la órtesis, es conveniente que el niño mantenga la rodilla flexionada para facilitar dicha colocación. Se introducirá el pie abriendo el DAFO® y nos aseguraremos de que el talón queda bien apoyado en la parte postero-inferior antes de fijar las almohadillas y los velcros.
A continuación, se colocará la almohadilla moldeada de “empeine” que acompaña al DAFO®. Ésta debe situarse en el área de transición entre el pie y la pierna. Su uso es importante porque protegerá contra posibles pellizcos y mantendrá el pie ajustado a la órtesis.
Lo siguiente será fijar los velcros del DAFO®. Todos ellos cumplen un propósito concreto y deben ir bien ajustados para obtener los mejores resultados. Recomendamos comenzar primero fijando el velcro del empeine y después el resto (de este modo nos aseguraremos de antemano de que el talón queda posicionado en su sitio).
Una vez adaptada la órtesis al pie del niño, sobre ella irá siempre un zapato. Nunca debe usarse un DAFO® sin zapato ya que esto lo deterioraría muy fácilmente además de ser un riesgo para el niño que podría resbalar y caerse.
¿Qué calzado usar con órtesis DAFO®?
Recomendamos un calzado de material flexible, generalmente con velcros o cordones que permitan una gran apertura, lo más ancho posible en la zona de los dedos y con buena capacidad a ese nivel.
Normalmente serán necesarios uno o dos números más del pie que calze el niño para poder albergar el DAFO®. Nuestra recomendación es buscar el zapato más corto que pueda admitir la ortesis para evitar de este modo posibles tropiezos debidos a un calzado demasiado grande.
Si es posible, es recomendable también quitar la plantilla extraíble que llevan muchos zapatos al comprarlos para así obtener una mayor capacidad dentro del calzado.
A la hora de buscar los mejores zapatos para tu hijo si este usa una órtesis DAFO® los técnicos ortopedistas de PRIM Establecimientos Ortopédicos pueden recomendarte varios fabricantes de calzado idóneos para estos casos. Solo consúltanos en cualquier de nuestras clínicas de Madrid o Galicia.
Roces o molestias con la órtesis DAFO®. ¿Cuándo acudir a la clínica ortopédica?
Es fundamental, sobre todo durante el periodo de adaptación a la órtesis, observar posibles rojeces sobre la piel del niño. Se considerarán normales y debidas al control que ejerce la órtesis sobre el pie cuando desaparezcan en los siguientes 20 minutos a la retirada del DAFO®. Sin embargo, si no desapareciesen en ese tiempo o incluso se complicasen con rozaduras o pequeñas heridas sobre la piel, se tratará de algún problema de ajuste que se debe solucionar acudiendo a su clínica ortopédica.
Asimismo, se debe vigilar cualquier tipo de incomodidad o molestia que manifieste el niño durante el periodo de adaptación.
Es posible que después de un periodo largo usando el DAFO® sin problemas, de repente, aparezcan molestias. En este caso no se debe dudar en acudir a la clínica ortopédica. Seguramente sea necesario realizar algún ajuste debido a cambios en la anatomía del pie del niño o, simplemente, que el niño ha crecido y la órtesis se ha quedado pequeña, por lo que habrá que renovarla.
En cualquier caso, aunque todo vaya bien, siempre es recomendable programar revisiones en la ortopedia entre los seis y doce meses posteriores a la entrega del DAFO® para poder evaluar el correcto ajuste y/o el posible desgaste de la órtesis.
Limpieza y mantenimiento de las órtesis DAFO®
Los DAFO® se pueden limpiar con una esponja o cepillo suave, jabón neutro y agua tibia. Se pueden secar con una toalla y, después, dejar al aire durante unas horas. Nunca se deben secar con calor directo ni dejarlos cerca de fuentes de calor, ya que podrían deformarse.
Igualmente se deben preservar del frío extremo. En temperaturas muy frías el material de los DAFO® se puede volver quebradizo y propenso a fracturas por tensión.