Dani es un burro de 7 años que al poco tiempo de nacer sufrió la amputación de su pata delantera derecha por una contractura congénita de los músculos flexores. Este burro vive en el santuario para animales que la Asociación Valle Encantado tiene en Navalagamella (Madrid), bajo los cuidados de la veterinaria y presidenta de la asociación, Esperanza, quien hace unos meses contactó con PRIM Establecimientos Ortopédicos para hacerle una nueva prótesis a Dani.
Y es que aunque el burro ya había tenido prótesis anteriormente, estas le hacían heridas, lo que obligó a reamputar y, tras ello, Esperanza buscó alternativas para que Dani pudiera ponerse de pie de nuevo y caminar. Pensó en la posibilidad de que le implantaran una prótesis biónica en el hueso, pero tras descartarlo le recomendaron acudir a PRIM Establecimientos Ortopédicos donde nuestros compañeros Emiliano Izquierdo y José Arcas, de la clínica de la calle Cerro Negro, en Madrid, han sido los encargados de protetizar a Dani.
“La prótesis que hemos hecho para este burro es un poco diferente a la que utilizaba anteriormente. Al tratarse de una prótesis para una pata delantera, esta nueva prótesis lleva un encaje con una articulación de codo, también un arnés en la parte superior de la pierna para que él pueda articular, un tubo protésico, unos adaptadores y un taco de goma EVA que hemos rematado con un trozo de neumático para que Dani pueda pisar y no se desgaste tanto esta parte, que hace las veces de pezuña”, nos explica Emiliano Izquierdo, uno de los técnicos ortoprotésicos que ha realizado este trabajo.
El burro Dani lleva ya casi tres meses usando su prótesis y con ella ha conseguido muy buena funcionalidad. Como nos cuenta la presidenta de la Asociación Valle Encantado: “Dani está muy bien con su nueva prótesis, con ella ya no le salen heridas. Aunque es cierto que tenemos que afinar un poco con José y Emiliano el planteamiento del taco de goma en el que se apoya porque él está acostumbrado desde siempre a arrastrar esa pata y hay que ver la posibilidad de que esa parte final pueda ser algo que se clave en el terreno y que le obligue, así, a no arrastrar la pata”.
¿Cómo es el proceso para fabricar una prótesis para animales?
Emiliano Izquierdo lleva ya cinco años haciendo prótesis para animales, como perros, gallos o burros, como el protagonista de esta historia. Reconoce que es algo que le divierte especialmente aunque no difiera mucho del que hace habitualmente. “El proceso de protetización de un animal es similar al que se realiza con personas, aunque cambia el medio en que se realiza al desplazarnos al lugar en el que se cría el animal”.
En el caso de la protetización de Dani “hicimos un molde con venda de resina y luego lo vaciamos, hicimos el positivo, lo rectificamos y a partir de ahí le hicimos el encaje”. Pasos que recuerdan a los que se dan cuando trabajamos con personas amputadas. Un proceso que requiere, aproximadamente, de entre un mes o mes y medio, hasta que se tiene la prótesis definitiva.